La vida útil promedio de un coche
Es realmente complicado dar una cifra exacta o muy aproximada en cuanto a la vida útil promedio, ya que depende de múltiples factores individuales y específicos de cada modelo y cada conductor.
Por otro lado, la vida útil de un coche no está determinada por la distancia recorrida en kilómetros, sino que depende más del estado general del coche, los desgastes de sus componentes, los mantenimientos y otros factores que detallamos a continuación:
claves:
- El estilo de conducción: con una conducción agresiva de frenadas fuertes y aceleraciones bruscas, se produce un desgaste mayor en los componentes del coche, acortando así su vida útil, mientras que con una conducción más tranquila probablemente se alargará su vida útil.
- El kilometraje acumulado: que es lo fundamental en lo que nos fijamos al tratarse de un dato medible, ya que se considera que los altos kilometrajes corresponden a largas duraciones soportando bien los desgastes. No hay que olvidar que no todos los kilómetros son iguales ya que dependen mucho de la forma en que se hayan realizado los viajes y del mantenimiento del vehículo.
- El mantenimiento adecuado: es esencial a efectos de vida útil, realizando los correspondientes cambios de aceite regulares, cambios de filtros, revisiones de los sistemas de freno y suspensión, alineación de ruedas, etc, siempre según las recomendaciones de los fabricantes, fomentando así el alargamiento de la vida útil del coche.
- La calidad del vehículo: este es un factor indudable a la hora de elegir un coche ya que con mayores calidades (aunque suele resultar más caro), seguramente la durabilidad será mayor a largo plazo.
- Las condiciones de conducción: en regiones con climas extremos (calor o frio) las tensiones y desgastes son siempre mayores y se puede acortar la vida útil. También los firmes en mal estado o los terrenos muy accidentados influyen en el desgaste de piezas.
Estimación genérica de cuantos kilómetros dura un coche
Los estudios generales estiman que un coche cualitativo y bien mantenido puede durar entre 15 y 20 años en uso, alcanzando aproximadamente los 250.000 hasta 300.000 kilómetros recorridos.
Esto no quiere decir que durante este tiempo no sea necesario reemplazar componentes y pasar por taller en variadas ocasiones.
Por supuesto, existen coches que duran más y otros menos duraderos. Si estimamos que los conductores medios realizan unos 15.000 km al año, esto quiere decir que en 10 años aproximadamente se acumulan 150.000 km que es una cota bastante elevada ya.
La vida útil no está solo sujeta a las distancias recorridas, sino que también se ve afectada por los otros muchos conceptos que ya hemos comentado, y aun así hay algunas maneras para obtener otras referencias aproximadas y que permiten valorar la vida útil posible del coche, sea nuevo o sobre todo en el caso de un coche de segunda mano:
- Historial de mantenimiento: aporta pistas importantes sobre la vida que se ha tenido el coche. Conocer si ha tenido reparaciones, si ha cumplido con las revisiones aconsejadas por la marca…
- Inspección profesional: una inspección por parte de un profesional especialista ayuda también a evaluar el estado del coche, valorando los desgastes y potenciales problemas que tenga de cara a su vida útil restante.
La experiencia y opiniones de propietarios similares: revisar las comunidades de propietarios o los foros online pueden ofrecer informaciones muy útiles sobre los kilómetros alcanzados por propietarios de coches parecidos, así como se pueden analizar en publicaciones especializadas al efecto.
¿Dura más un eléctrico o uno de combustión?
La duración en kilómetro recorridos difiere entre coches eléctricos y combustión interna por muchos y variados factores, siendo en los eléctricos la durabilidad de la batería un factor totalmente determinante.
Las baterías de los vehículos eléctricos, con el paso del tiempo, hoy por hoy experimentan una clara degradación que afecta a su autonomía y a su capacidad, aunque es cierto que los avances tecnológicos están mejorando la longevidad de estas.
Por su parte, los coches de combustión interna están sometidos a un mayor desgaste de sus componentes mecánicos (motor fundamentalmente), así como transmisiones y sistemas relacionados, por lo que en ellos el mantenimiento es aún más importante, ya que los eléctricos disponen de menos piezas móviles y pueden requerir un mantenimiento menor de forma genérica
*Fuente : Mapfre.es
Seguir el mantenimiento sugerido proporcionado por el fabricante de su vehículo ayudará a mantener sus neumáticos efectivos por más tiempo.
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